El sector de vivienda es uno de los más importantes en el país, pues nos permite impulsar el crecimiento social y económico. La proyección y construcción de vivienda contribuyen de gran manera a la actividad económica, tanto por generación de empleos como por los insumos (materiales) que son necesarios para llevarlos a cabo.
Desde la perspectiva social, es un pilar fundamental para la formación del patrimonio de las familias, pues ayuda a reducir las desigualdades y posibilita la mejora en la calidad de vida de la población.
Sin embargo, el desarrollo inmobiliario, hoy en día transita por un ciclo de agotamiento luego de 30 años de crecimiento y todo parece indicar que se está preparando para iniciar un nuevo modelo de desarrollo. Aunque es difícil predecir el futuro, existen ciertos elementos que necesariamente tendrán que estar presentes para generar un nuevo modelo de negocio que permita volver al curso de crecimiento en el sector:
Tecnología aplicada al sector inmobiliario y de construcción.
Las innovaciones y aplicación de nuevas tecnologías en el sector inmobiliario han sido muy importantes en los últimos años, dando nacimiento al término PROPTECH (Property Technology), refiriéndose a cualquier empresa que genera tecnología para refinar, mejorar o reinventar cualquier servicio dentro del sector inmobiliario.
El uso de estas tecnologías ya lo podemos ver en aplicaciones para optimizar la venta y comercialización de viviendas, control y administración de la ejecución de la obra, entre otros.
Transparencia en procesos de licencias y permisos.
Es necesario simplificar y aclarar las normas y procedimientos de otorgamiento de licencias y permisos de uso del suelo, ambientales, de protección civil y de construcción. Con ello se logrará una simplificación administrativa que favorecerá la inversión y una mayor transparencia en los procesos.
Mejor comunicación con comunidades y grupos de interés.
La condición es tener un diálogo con una o varias comunidades y grupos inconformes y que no exista una agenda oculta. Los proyectos deben mostrarse de manera clara, explicando su apego a la normatividad que, en proyectos grandes, es compleja y difícil de comunicar.
Proyectos más sensibles al entorno urbano
La justa e inteligente asignación de usos del suelo, densidades y alturas, espacio abierto y reglas de imagen, accesibilidad, integración a la ciudad y donación de equipamientos, además, los desarrolladores inmobiliarios requieren demostrar cierta autocontención y generosidad con la ciudad que, finalmente, es de todos.
Proyectos más adecuados a las nuevas realidades del deterioro ambiental.
El objetivo es reducir la huella de carbono y eso se logra consumiendo menos energía o energía más limpia. Algunas de las medidas son de sentido común; por ejemplo, los conjuntos urbanos de usos mixtos reducen los desplazamientos, al permitir que la gente que trabaja en un lugar resuelva sus necesidades básicas –incluso vivir– sin traslados.
Desarrollos de vivienda asequible
Un problema severo de la ciudad contemporánea es el encarecimiento de la vivienda, la única manera de detener el incremento de precios es tener políticas de uso del suelo, de densificación selectiva y de eficiencia en el otorgamiento de licencias que amplíe la oferta a través de un sector privado, pero afortunadamente muy dinámico para los grupos que no necesitan subsidio; aunque sí créditos hipotecarios, los cuales han sido abundantes en los últimos años.
Te recomendamos comenzar con la adopción de nuevas tecnologías que puedes sumar de inmediato a tus prácticas básicas, una vez que tu obra esté bajo control, tendrás oportunidad de sumar nuevas herramientas de crecimiento.
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