La industria de la construcción por su naturaleza es una actividad sumamente variable conforme transcurren sus procesos y por lo tanto para llevar el control de todas las variaciones se requiere de mucha evidencia que los sustenten y den orden a la trazabilidad de lo sucedido.
Una empresa constructora que lleva sus controles diarios en papel físico es una empresa que se encuentra inundada en trabajo de papeleo típico, como es archivar, clasificar, hacer espacio en la oficina, búsquedas tardadas de información, sin conexión con los interesados en la información, además de depender de una o unas cuantas personas que conocen la ubicación de la información.
En la administración de la construcción esto se traduce principalmente en pagos tardíos de las estimaciones a los contratistas, bastantes horas hombre en crear reportes ejecutivos que permitan la toma de decisiones y envío de correos de manera manual para hacer llegar la información a los interesados, entre otras cosas; que conllevan a hacer cualquier proceso administrativo lento y burocrático.
Por estas razones, es indispensable que en las empresas constructoras exista un sistema de control de obra que permita lo siguiente:
Crear una base de datos estructurada y homogénea.
Ahorro de espacio físico, materiales y recursos como cajas y papel.
Ahorro de tiempo e incremento de eficiencia pues a partir de la información digital los reportes requeridos se generarán automáticamente.
Acceso de inmediato y concurrente a la documentación por todos los interesados.
Mejora la experiencia de tu cliente al mantenerlo actualizado de su proyecto.
Mejorar la sostenibilidad del medio ambiente.
Si bien es cierto que no todos los documentos se pueden manejar solamente en formato digital (por ahora), cuando se tiene una plataforma como SALI en la que se puede prescindir totalmente de los archivos físicos manteniendo exclusivamente archivos digitales, es cuando empezamos a ver todas las posibilidades que se abren para tu empresa de construcción.
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