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El rol de las mujeres en la construcción

La inclusión de la mujer en la actividad económica de un país es primordial, tal es así, que promover la igualdad de género en los diversos sectores económicos y sociales ha sido prioritario en los últimos años.



La Industria de la construcción se asocia culturalmente con el género masculino debido a que se percibe como una trabajo que requiere gran cantidad de esfuerzo físico, lo cual puede ser cierto en actividades relacionadas directamente con la albañilería, sin embargo, el género femenino ha demostrado que puede realizar esa actividad y cualquier otra en la industria.


Las mujeres han estado claramente involucradas en el aspecto arquitectónico y de diseño desde hace muchos años, pero en los trabajos relacionados directamente con la ejecución de la obra, históricamente 9 de cada 10 personas ocupadas en la construcción pertenecen al género masculino. Esto como consecuencia de los roles de género que están impuestos, no solo en la industria, sino en la sociedad en general.


A medida que pasa el tiempo, las mujeres van ganando terreno en una industria tradicionalmente masculina. Al día de hoy, más de 169 mil mujeres se encuentran trabajando en el sector de la construcción en México y más de 97 mil mujeres participan en trabajos relacionados con albañilería.


Sin embargo, de acuerdo con un artículo publicado por Jones Lang LaSalle Incorporated, la industria de la construcción cuenta con la menor proporción de mujeres como porcentaje de la fuerza de trabajo total.



Aún así, la industria de la construcción está empezando a cambiar hacia una mayor diversidad de género y continuará esta tendencia si se puede evolucionar para establecer una cultura de equidad a través de carreras gratificantes e impactantes en la construcción.


Desde un punto de vista económico, la escasez de mano de obra general de construcción ha llevado a un aumento de los salarios de construcción, atrayendo a más trabajadores en general a la industria. En términos de valores culturales, muchas empresas de la industria se han centrado en armar equipos más diversos a través de la ampliación de iniciativas de reclutamiento y programas de capacitación y una mayor atención al valor de la diversidad como una fortaleza competitiva.



Por otro lado también existen retos, y una muestra de ello es la encuesta hecha por ArchDaily Team, donde invitaron a compartir la opinión en discriminación de género en los sitios de construcción. El resultado fue agrupar cuatro categorías recurrentes, entre las que se encuentran las siguientes:


Sin reconocimiento de las capacidades profesionales

Muchas de las experiencias compartidas señalan una cooperación desigual entre trabajadores, constructores, contratistas y colegas con mujeres arquitectas, ingenieras o constructoras, lo que conduce a un sentimiento de obstaculizar o de validación profesional en el sitio.


Acoso e incomodidad en el ambiente laboral

Otros relatos mencionan recurrentes interacciones que hicieron a las mujeres sentirse mal recibidas, incómodas y, en algunos casos, incluso acosadas en el sitio de construcción.


Discriminación positiva o inexistencia de discriminación

Algunos de los que respondieron expresaron una posición diferente, explicando que no había una diferencia de trato basada en el género en sitios de construcción en los que habían trabajado, mientras que algunos incluso consideraron que existe un trato preferencial hacia las mujeres.


Desánimo e impacto en el crecimiento profesional

El 80% de todas las respuestas describieron el esfuerzo adicional y la lucha por la que muchas mujeres pasaron para continuar trabajando en sitios de construcción. Esto podría disminuir su entusiasmo por permanecer allí y, en su opinión, limitar las oportunidades de aprendizaje y crecimiento.




Por lo anterior, debemos continuar con múltiples líneas de acción que se pueden llevar a cabo desde el entorno laboral para la igualdad de género:

  • Promover la igualdad de oportunidades en el acceso y promoción de los puestos de trabajo.

  • Propiciar el empoderamiento de las mujeres dentro de las organizaciones.

  • Incrementar el acceso a los servicios de cuidado infantil de calidad para madres trabajadoras.

  • Promover la salud sexual y reproductiva. Además de prevenir el embarazo adolescente.

  • Buscar el diálogo social y la negociación colectiva en defensa y promoción de la inclusión de la mujer en los sectores productivos.





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