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Flujos de trabajo para contratistas

Antes que nada pongamos el contexto y definición del término contratista, siendo este una persona o entidad que por contrato ejecuta una obra material o esta encargada de un servicio para un fin particular en el proceso de construcción.



Siendo así, las tres modalidades más comunes de trabajo con un contratista son:


Inversionista + Contratista

Al ser un inversionista en la construcción de una obra, seguramente se contratará a un constructor o también conocido como contratista, que se encargará de ejecutar la edificación de la obra, por lo general esta relación de un solo contrato ocurre en obras pequeñas.


Inversionista + Contratista + Subcontratista

Es similar al caso anterior, sin embargo, aquí entra en juego un segundo nivel de contrato y aparece la figura del subcontratista para elaborar obras especializadas como carpintería, instalaciones eléctricas o hidrosanitarias, entre otras, que el contratista no lleva a cabo por no contar con el personal adecuado para dichas tareas. La contratación del subcontratista está a cargo del contratista y por lo general el inversionista no participa en este segundo contrato.


Desarrollador/Constructor + Subcontratista

Por otro lado, si nos referimos a una constructora y el construir es el objeto de nuestro negocio, en este caso la constructora haces las veces de inversionista y constructor a la vez, y se convierte en una relación similar al caso “a”.



En la construcción, prácticamente no se encuentran los casos donde el dueño de la inversión ejecute así mismo la totalidad de la construcción, por lo que la figura del contratista y subcontratista es una de las variables a considerar en la planeación de la obra.


Ahora bien, siendo el contratista y subcontratista una figura tan importante, ¿cuáles son las dinámicas diarias principales que se suscitan con ellos, que pueden causar problemas o retrasos en la obra?


Presupuesto para el levantamiento de avance de obra.

Un tema primario es tener claro y definido el presupuesto de obra bajo el cual se llevarán a cabo los levantamientos de avance de obra y acordar el desglose de las partidas que conllevan compra de materiales, porque ese flujo de efectivo se solicita antes de verse representado en la ejecución de la obra.


Reportes de avance de obra y/o estimaciones.

Tener formatos estándar donde todas las partes tengan un entendimiento claro de cómo leer los reportes.


Conceptos Extraordinarios

Definir cómo será la administración de los conceptos extraordinarios, es decir, el procedimiento para su autorización y si se contemplará su correspondiente anticipo y amortización al momento que surjan.



Control del nuevo presupuesto total

Una vez que surgen los conceptos extraordinarios o se agregan nuevos a la obra por cualquier circunstancia, se debe tener un control claro acerca del nuevo costo total de la obra, cuánto se ha pagado, amortizado y cuánto es el restante.


Adelantos

Definir claramente si existirá la posibilidad de hacer adelantos, que normalmente demandan un mayor egreso de flujo de efectivo en una etapa más temprana, para solventar posibles problemas de flujo del contratista.



Todos estos controles y muchos otros beneficios se pueden obtener al utilizar SALI, el Sistema de Avance en Línea donde se pueden cargar presupuestos por cada contratista, genera cinco tipos de reportes para cada una de las estimaciones y cuenta con la flexibilidad para agregar conceptos extraordinarios a un presupuesto original, actualiza los costos y permite registrar adelantos y sus correspondientes descuentos a los contratistas y/o subcontratistas en cualquier momento de la obra.





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